El arte y la publicidad se unen con fines comerciales, pero ¿hasta que punto entendemos esta relación y la forma de trabajo?, para ampliar este tema hemos colocado algunas ideas que nos pueden ayudar a aclarar esta relación desde un punto de vista practico:
- Para que una representación gráfica ejerza una acción eficaz sobre el espíritu, es indispensable que el individuo, al que la publicidad va destinada, entiendo por lo menos, perciba a través de la razón y no de las zonas ocultas del espíritu lo que la representación artística se propone.
- Un anuncio puede ser atractivo y agradable por el mero hecho de su simplicidad, así como con armoniosa disposición de sus componentes.
- El surrealismo aplicado a la publicidad tiene peligros de ineficacia, pues pretendiendo remover el subconsciente, puede suceder y sucede a menudo que no renueva el subconsciente y la razón.
- El arte comercial y publicitario no han de entender a la decoración, a la simple producción de deleite estético. Sus tendencias y misiones son más complejas: crear fuerza de visión y atracción, crear expresiones gráficas, hechos y sugerencias, qué infusión de ideas, sensaciones o sentimientos directamente relacionados con un objetivo económico, sean capaces de contribuir, con la máxima fuerza posible a que se produzca en el público reacciones favorables a una acción deseada.
- El arte es el alma, la vida del anuncio e indirectamente la más grande potencia sugestiva.
- La armonía en el anuncio es una consecuencia lógica del cuidado con que se atienden otros dos principios a saber: el equilibrio y la ordenación de los detalles. La armonía es lo que une lógicamente las partes de un todo. Demos a cada cosa el valor debido, procurando que nada sea un estorbo para lo demás. Constituye también armonía el equilibrio de la composición. No queremos significar con ello que un anuncio deba ser simétrico, pues la simetría no será la que nos proporcione los mejores efectos.
- El punto focal de un anuncio es el elemento de la composición que posee más fuerza para atraer la mirada y concentrar rápidamente la tensión en ella. El pulling power de los norteamericanos y el pugno occhio de los italianos expresan la fuerza del punto focal.
- Un anuncio será más eficaz, cuando mayor sea la fuerza sintética y espontánea de su indispensable punto focal. Del poder de captación que posea el punto focal depende que el lector reciba un impacto más o menos fuerte y de que se sienta más o menos estimulado a proseguir la lectura del anuncio.
- La publicidad de ciencia y es arte. Es ciencia porque tiene su técnica y sus reglas; es arte porque agiliza todos los recursos del arte: fotografía, pintura, dibujo, Artes Gráficas, etcétera. Es ciencia en su concepción y arte en su aplicación práctica.
- El arte en la publicidad no ha de ser decorativo. Su misión es funcional. Ha de construir a que funcione en el espíritu de los consumidores, el proceso de persuasión que conduce a un acto de compra.
- El arte ha prestado un concurso precioso a la publicidad, abriéndole nuevos caminos aplicación y así es como el llamado arte comercial se presenta como un florecimiento magnífico, tanto en su producción como en sus procedimientos de reproducción.
- El anunciante ha de tener nociones de arte para conocer lo que es pasajero y lo que es eterno y aceptar solo pasajero cuando convenga a sus intereses. No dejar en libertad al artista pues el interés de este es sólo el arte y el del anunciante es la venta.
- No debemos confundir la sencillez con la llaneza. Las sencillez lleva en si lo bello; la llaneza suele ser compañera de lo feo. La sencillez sólo puede obtenerse eliminando o separando todo aquello que no sea estrictamente necesario para producir el efecto que se desea. De igual modo se consigue la armonía por eliminación de lo que este falto de proporciones y de aquello que nos impida recibir una impresión definida del detalle.
- Hermanar lo bello con lo útil y causar el máximo de reacciones favorables en el espíritu humano con la finalidad de la venta.
- Es fundamental en el arte publicitario su carácter sintético y su valor psicológico. Ha de ser un arte que concentre la expresión gráfica de las ideas.
- La belleza es un vínculo, pero no la finalidad del arte publicitario. Su fin es un postulado de eficacia: vender o convencer.
- Podemos decir que el público, en general, ve las cosas tal como ellas aparecen a través de la imagen. Las ve de una manera realista y sin preocupaciones estéticas.Se pueden reforzar los colores de una fruta para que resulte más apetecible; lo que no se puede hacer publicitariamente es estilizarla hasta el punto de que aunque produzca una sensación de agrado, no existe ni el sentido del gusto mi estimule a las mucosas gástricas. En tal caso el cartel no tendrá la eficacia que esperábamos de él.
- El texto expresa todo o parte de una idea; la ilustración la subraya o la completa. Una idea gráfica que no tenga nada que ver con lo que se anuncia, tendrá llamar la atención por su originalidad, pero no provocará las asociaciones de ideas necesarias para la tensión y el recuerdo influyan sobre la sensibilidad ahí la razón, determinando reacciones que conduzcan a los objetivos de convencimiento o venta que nos proponemos.
- Las artes gráficas están al servicio de lo momentáneo y de lo permanente. Aún en lo más momentáneo, la prensa diaria, sus palabras y sus imágenes no se las lleva el viento. Quedan horas, días o por mucho tiempo en las bibliotecas y hemerotecas.
- La publicidad necesita mas del arte que el arte de la publicidad (propia).
Tomado de “505 verdades Publicitarias” de Pedro Pratt Gaballi
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